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¿Qué es un neuropsicólogo?
La división de Neuropsicología de la Asociación Americana de Psicologia define al neuropsicólogo clínico como un profesional de la psicología que se ocupa del diagnóstico y el tratamiento de los problemas cognitivos, conductuales y emocionales que pueden ser resultado de la afectación del normal funcionamiento cerebral. Así pues, el papel del neuropsicólogo clínico es identificar los déficits cognitivos y los efectos que tienen en la vida diaria, diseñar instrumentos para la evaluación neuropsicológica y establecer un plan de rehabilitación consecuente con los hallazgos.
Las labores del neuropsicólogo giran en torno a cinco competencias o funciones:
1. Evaluación neuropsicológica
Según la Asociación Americana de Psicología Clínica (APA), la evaluación neuropsicológica es el proceso que utiliza tests y procedimientos estandarizados para valorar:
Inteligencia
Resolución de problemas y capacidad de conceptualización
Planificación y organización
Atención, memoria y aprendizaje
Habilidades académicas
Habilidades perceptivas y motoras.
Según la APA, este tipo de valoración se recomienda en aquellas situaciones y pacientes en las que se sospeche que existe algún déficit cognitivo o de conducta que se relaciona con el cerebro, especialmente en los siguientes casos:
Daño cerebral traumático
Accidentes vasculares
Dificultades de aprendizaje
Trastornos por déficit de atención
Trastornos neuropsiquiátricos
Cuadros epilépticos
Enfermedades y tratamientos médicos
Efectos de sustancias tóxicas y abuso de drogas
Demencia
La evaluación neuropsicológica del daño cerebral adquiere especial importancia en los casos donde a pesar de existir un déficit neurocognitivo evidente, éste no puede ser dianosticados mediante técnicas neurológicas, neurofisiológicas o de neuroimagen anatómica.
2. Rehabilitación cognitiva
El neuropsicólogo es el encargado de desarrollar programas de intervención y rehabilitación de las funciones cognitivas, tanto en sujetos sanos como en personas que han sufrido un daño cerebral. También entra dentro del ámbito de la rehabilitación cognitiva el tratamiento psicológico de los problemas emocionales derivados del daño cerebral.
Los programas de recuperación del daño cerebral deben estar adaptados a cada sujeto, teniendo en cuenta la enorme variabilidad entre los pacientes como consecuencia de distintas variables como la personalidad previa, la profesión, la edad, el nivel socioprofesional, el entorno familiar, el nivel de estudios, etc.
3. Prevención del daño cerebral
Desde la perspectiva de la Psicología de la Salud, la prevención primaria del daño cerebral recoge:
Participación en programas de prevención de accidentes de tráfico.
Campañas de promoción de la salud evitando el riesgo de enfermedades vasculares cerebrales.
Prevención del fracaso escolar.
Programas de prevención del consumo de drogas adictivas en la población.
La prevención secundaria sería el tratamiento cognitivo de forma precoz al daño. La plasticidad cerebral se ve favorecida cn la mayor precocidad posible. Por tanto, iniciar el tratamiento cognitivo lo antes posible tras el daño cerebral tiene un gran beneficio en la recuperación del paciente y disminuye el riesgo de reacciones psicopatológicas desadaptativas.
4. Investigación
Son varias las competencias del neuropsicólogo:
Traducción y adaptación de pruebas neuropsicológicas ya existenets
Creación de nuevas herramientas de evaluación neuropsicológica
Creación y desarrollo de nuevos programas de rehabilitación cognitiva
Investigación sobre perfiles neuropsicológicos de diversas patologías relacionadas con el daño cerebral.
5. Orientación
El incremento progresivo del número de personas con daño o disfunción cerebral exige la adecuada orientación y apoyo de la persona y de su familia.
La labor del neuropsicólogo clínico no se debe limitar a la mera evaluación e intervención de las funciones cognitivas en pacientes con una discapacidad neurológica, sino debe extenderse a las alteraciones emocionales y a los trastornos de conducta, así como al apoyo de las familias afectadas y a la gestión de los equipos que participan en su recuperación.
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