Como se mencionó en el post Estudiando el cerebro (I): anatomía del encéfalo, el cerebelo forma parte del romboencéfalo, siendo su parte más grande, y se conecta a otras estructuras (médula oblongada, núcleos reticulares y vestibulares, puente, mesencéfalo y tálamo). El cerebelo lo conforman muchísimas neuronas y puede dividirse en partes bien diferenciadas.
División anatómica externa
El cerebelo consta de dos hemisferios o partes (derecho e izquierdo) que se unen y conectan mediante el denominado vermis. Del mismo modo, si observamos el cerebelo desde su parte superior, se aprecia un lóbulo anterior (más pequeño) y otro posterior (más grande), separados por la fisura primaria.
Observando el cerebelo desde su parte inferior observamos el lóbulo floculonodular, conformado por un núcleo central (nódulo del vermis) y los fóculos de ambos hemisferios cerebelosos.
De este modo, se puede decir que externamente el cerebelo se divide en:
Parte anterior.
Parte posterior.
Lóbulo floculonodular.
División anatómica interna
A nivel interno, el cerebelo está formado por la corteza cerebelosa (sustancia gris) y un núcleo interno (sustancia blanca). La corteza cerebelosa está formada por diversas láminas y se conforma de tres capas:
Capa molecular externa.
Capa de células de Purkinje intermedia.
Capa granulosa interna.
El núcleo interno está conformado a su vez por los núcleos cerebelosos y la sustancia blanca contenida en estos es la encargada de realizar conexiones con la corteza cerebelosa y otras estructuras (médula oblongada, núcleos reticulares y vestibulares, puente, mesencéfalo y tálamo), a través de fibras aferentes. Los cuatro núcleos se denominan:
Núcleo del fastigio.
Núcleo globoso.
Núcleo emboliforme.
Núcleo dentado: el mayor de los cuatro núcleos.
Esta es la división anatómica del cerebelo, pero existe otra división en base a las funciones que realizan las diversas partes del cerebelo.
División funcional del cerebelo
A nivel funcional existen tres estructuras definidas:
Arquicerebelo: formado por el lóbulo floculonodular y núcleo de fastigio. Se relaciona con el equilibrio
Paleocerebelo: formado por la vermis y núcleos globoso y emboliforme. Se relaciona con el tono muscular y la postura corporal.
Neocerebelo: formado por el hemisferio cerebeloso y los núcleos dentados. Se relaciona con la coordinación muscular y capacidad de realizar movimientos voluntarios.
Funciones del cerebelo
El cerebelo se encuentra implicado y tiene como función principal la coordinación de movimientos voluntarios, de la postura y del equilibrio. De este modo, mediante la relación del cerebelo con otras estructuras cerebrales se genera información sobre el estado sensorial de las extremidades (brazos y piernas) y el tronco, produciendo una orden motora. También, controla y regula el tono muscular, movimientos oculares, medulares, el equilibrio y el control motor fino (movimientos con precisión). Así pues, el cerebelo tiene una función de integración sensorio-motora y de ejecución motora.
Además de funciones motoras, se ha estudiado la función o participación del cerebelo en aspectos no motores como procesos de vigilia y sueño y en variables emocionales y cognitivas (memoria y funciones ejecutivas).
Lesiones en el cerebelo
Cuando se produce una lesión en el cerebelo los efectos más evidentes son de carácter motor, afectando al movimiento y la coordinación. Cuando las lesiones se producen en un hemisferio únicamente (unilateral), los efectos de dicha lesión se observarán en ese mismo lado. Es decir, si la lesión está en el hemisferio derecho, las dificultades motoras se observarán en el lado derecho del cuerpo. En el caso de afectación de ambos hemisferios (bilateral), se observarán afectaciones en ambos lados del cuerpo.
Los efectos a nivel motor más comunes suelen ser la pérdida de equilibrio, dificultad de control postural (al estar de pie o al sentarse), marcha inestable, alteración del habla (disartria), incoordinación de las extremidades, poca precisión y/o lentitud en la ejecución de movimientos y afectación en los movimientos oculares.
Por otro lado, lesiones en el cerebelo pueden además afectar a la memoria en los procesos de aprendizaje (codificación, almacenamiento y evocación), a funciones ejecutivas con déficits en planificación, inhibición, flexibilidad cognitiva y razonamiento y a nivel emocional con apatía, aplanamiento afectivo o conductas inadecuadas.
Refencias bibliográficas
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