A medida que envejecemos se va produciendo un deterioro de las funciones cognitivas, al igual que se van produciendo ciertos cambios físicos. Las funciones cognitivas que más se ven afectadas por el paso del tiempo son la memoria, la atención, las funciones ejecutivas, las funciones visuoperceptivas y la velocidad de procesamiento. La detección precoz del deterioro cognitivo es fundamental para detectar si estas dificultades se hallan dentro de la normalidad o si estamos ante un caso de deterioro cognitivo leve o un estadio inicial de una demencia.
¿Qué es el deterioro cognitivo leve?
El deterioro cognitivo leve (DCL) hace referencia al periodo de transición entre los cambios cognitivos propios del envejecimiento normal y la demencia en fase muy temprana. Las personas afectadas por DCL muestran un deterioro cognitivo más marcado de lo esperable a su edad pero funcionan de forma independiente en las actividades de la vida diaria y no cumplen criterios de demencia.
Tipos de DCL y sintomatología
Los criterios del deterioro cognitivo leve fueron establecidos en 1999 por Petersen y colaboradores, los cuales son:
Quejas de memoria, corroboradas por un familiar.
Deterioro de la memoria por edad basada en pruebas de evaluación
Función cognitiva general normal
Actividades de la vida diaria preservadas
Ausencia de demencia
Estos criterios son particularmente útiles para los pacientes que tienen deterioro en el dominio de la memoria, pero con un rendimiento cognitivo intacto y funcionamiento en todos los demás dominios. Tales pacientes serían etiquetados como con DCL amnésico. Sin embargo, no todas las personas presentan déficit en la memoria, sino que las alteraciones pueden afectar a cualquier dominio cognitivo. Actualmente se mantiene la clasificación que propuso Petersen y sus colaboradores años más tardes que distingue cuatro tipos de DCL:
DCL amnésico: afecta exclusivamente a la memoria
DCL amnésico multidominio: se muestra ayor afectación de la memoria, pero también pueden verse alteraciones en otras funciones, como, por ejemplo, lenguaje, funciones ejecutivas,función práxica, función gnósica, etc.
DCL no amnésico: afecta exclusivamente a una función que no es la memoria)
DCL no amnésico multidominio: afecta a más de una función y ninguna de ellas es la memoria.
Los criterios de diagnóstico clínico más actualizados para el DCL son recomendados por el grupo de trabajo del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y la Asociación de Alzheimer. Los criterios diagnósticos para el DCL son los siguientes:
Preocupación con respecto al cambio en la cognición: Existe evidencia de preocupación por el cambio en el estado cognitivo del paciente en comparación con su nivel anterior. Esta preocupación puede ser por parte del paciente o manifestada por sus familiares o allegados.
Deterioro en uno o más dominios cognitivos: Hay evidencia de menor rendimiento en uno o más dominios cognitivos que es mayor de lo que se esperaría para la edad y lel nivel educativo del paciente.
Preservación de la independencia en las capacidades funcionales: El paciente generalmente mantiene su independencia de función en la vida diaria sin ayudas o asistencia considerables. Sin embargo, los pacientes pueden tener problemas leves para realizar tareas funcionales complejas (p. ej., pagar facturas, preparar comidas, ir de compras), por lo que pueden ser menos eficientes, tomar más tiempo y cometer más errores que en el pasado.
La principal diferencia que hay entre el DCL y la demencia se basa en la presencia de una interferencia significativa de los déficits cognitivos sobre el funcionamiento en el trabajo o actividades diarias.
Relación del deterioro cognitivo leve con las demencias
En la actualidad, todavía no está clara la progresión desde el DCL hasta la aparición de demencia, entre otras cosas porque no todos los pacientes acaban desarrollando una demencia. Diversos estudios han estimado la tasa de proprogresión del DCL a la demencia, indicando que un 10-15% de los pacientes con DCL amnésico progresan a una enfermedad de Alzheimer. Por tanto, el DCL podría ser un factor de riesgo elevado para desarrollarla.
En el caso de DCL amnésico, algunos estudios han observado las personas con DCL que son portadoras del alelo 4 de la apolipoproteína E (APOE-e4), también han mostrado una progresión más rápida hacia la instauración de los síntomas de enfermedad de Alzheimer que aquellas que no son portadoras.
Evaluación neuropsicológica del DCL
las fases de la valoración del deterioro cognitivo irían desde la fase de cribado inicial hasta la evaluación neuropsicológica completa de cada función.
Primeramente, tras darse quejas subjetivas de afectación por parte de la persona afectada o por sus familiares, se suele comenzar con una fase de cribado o de detección inicial, en la que se realiza una valoración general y básica del estado cognitivo del paciente, y se detecta qué áreas pueden estar inicialmente más afectadas. En esta primera fase, la evaluación va dirigida a la detección de la existencia o no de deterioro cognitivo.
Si se detecta la presencia de DCL es fundamental valorar su evolución y realizar una exploración neuropsicológica completa. Esta valoración variará en extensión en función de cada caso, pero dicha exploración deberá ser siempre más extensa que una simple prueba de cribado. La evaluación neuropsicológica debería ser llevada a cabo por un profesional especializado en neuropsicología clínica con la finalidad de determinar el tipo y el grado de afectación de las funciones superiores que presenta el paciente. Las áreas que deberían evaluarse serían las siguientes:
• Orientación en persona, espacio y tiempo
• Memoria
• Razonamiento lógico y abstracto
• Lenguaje oral y escrito
• Funciones visoespaciales
• Praxis (especialmente la constructiva)
• Gnosis
• Funciones ejecutivas
Intervención en pacientes con DCL
Muchas de las personas con DCL son todavía autónomas, profesionalmente activas y muy conscientes de sus dificultades. Por tanto, se debería valorar el impacto de dichos déficits no sólo en el ámbito personal, familiar y social sino también en su rendimiento profesional. En los casos en los que se lleva a cabo un diagnóstico de posible demencia, los pacientes deben recibir apoyo y orientación, con la finalidad de mejorar la comprensión de la enfermedad y aprender cómo manejarse adecuadamente ahora y en el futuro.
La mayoría de los estudios realizados indican que a través de una intervención apropiada las personas afectadas por DCL de tipo amnésico pueden mejorar su rendimiento en memoria, lo cual puede favorecer el enlentecimiento en la progresión de deterioro cognitivo, además de obtener un mejor desempeño en las actividades de la vida diaria y mejorar el estado de ánimo.
Hay algunos estudios que indican que la intervención cognitiva puede retrasar el deterioro cognitivo y funcional a lo largo de un período de seguimiento de aproximadamente 5 años. Estos resultados evidencian la importancia de la estimulación cognitiva como un método potencialmente eficaz para retrasar la progresión del deterioro cognitivo en personas con DCL.
En cualquier caso, las intervenciones individualizadas y dirigidas a mejorar dificultades concretas parecer ser más efectivas que los programas generales. Estas intervenciones individualizadas permiten diseñar y adaptarse al entorno de la persona y su familia con el fin de reducir el impacto de las dificultades cognitivas en las actividades de la vida diaria. Esto incluye el aprendizaje de estrategias compensatorias a través de ayudas cognitivas externas (diarios, alarmas, recordatorios).
Si atendemos a la prevención, algunos estudios indicaron diversas actividades como especialmente relevantes para la prevención del deterioro cognitivo, entre las que se encontraban la lectura, los juegos de mesa, tocar instrumentos de música y la danza.
REFERENCIAS
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