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Foto del escritorElisabet Soler Felsner

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, conocido como TDAH (ADHD en inglés), es un trastorno cuyos síntomas centrales son la inatención, la hiperactividad y/o la impulsividad. Estos síntomas provocan dificultades en diversos ámbitos de la vida diaria (personal, social, familiar y académico).

Suele manifestarse entre los 2 y 7 años de edad y es el mayor trastorno que se diagnostica durante las primeras etapas de desarrollo. Además, es un trastorno que suele persistir en la adolescencia y en la vida adulta de la persona que lo padece. Se hace visible cuando se inicia la entrada en el mundo escolar (guardería o escuela primaria), ya que es cuando se observan los comportamientos disruptivos, dificultades en el aprendizaje o los déficits sociales y afectivos de forma más clara.


Es un trastorno al que se asocian dificultades de aprendizaje, bajo rendimiento académico y aparición de problemas de conducta, que provocan una alta tasa de abandono escolar y posibles conductas de riesgo (accidentes de coche, actuaciones delictivas) en las personas que lo sufren.

Existen diferentes hipótesis sobre qué causa en TDAH, si bien a día de hoy todavía no se conocen las causas concretas que causan el trastorno. Algunas de las hipótesis que se barajan es un mal funcionamiento del lóbulo frontal o del diencéfalo (tálamo e hipotálamo). Si bien no se conocen las causas exactas que provocan el TDAH, sí que se ha visto que intervienen diversos factores bioquímicos, genéticos, ambientales o déficits durante el desarrollo.


Por otro lado, respecto a la manifestación del TDAH se clasifica en tres subtipos en función de los síntomas que presenta, siendo un subtipo mixto (síntomas tanto de inatención como de hiperactividad-impulsividad), un tipo con predominio de inatención y un tipo con predominio de hiperactividad-impulsividad.


Diagnóstico del TDAH

Para poder diagnosticar el TDAH, siguiendo el DSM-V, que es un manual de codificación, clasificación y diagnóstico de trastornos mentales creado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA en sus siglas en inglés), se necesita cumplir los siguientes aspectos para poder diagnosticarse el TDAH.

Especificar si:

  • Presentación combinada de inatención e hiperactividad-impulsividad.

  • Presentación predominante de inatención.

  • Presentación predominante de hiperactividad-impulsividad.


Síntomas del TDAH

Como se ha mencionado anteriormente, el TDAH afecta a la capacidad de atención y/o hiperactividad-impulsividad. No obstante, son más ámbitos neuropsicológicos que se pueden ver afectados en este trastorno:

  • Capacidad intelectual: la inteligencia en las personas que sufren TDAH suele estar preservada.

  • Atención: la capacidad atencional en las personas con TDAH suele estar afectada y presentarse en una dificultad para mantener la atención de forma prolongada en el tiempo, priorizar y/o acabar tareas, seguir órdenes, organizar tareas. Debido a ello presentar con mayor probabilidad errores en sus actividades, olvidos, despistes, pierden objetos, se distraen fácilmente o tienden a evitar aquellas actividades que les resultan tediosas.

  • Percepción: Uno de los aspectos que suelen estar afectados es la capacidad de percepción del tiempo, ya sea con sobreestimaciones o subestimaciones. Por ello, a veces las personas que sufren TDAH sienten que el tiempo se les hace más largo o más corto y no tienen un buen control de este.

  • Funciones ejecutivas: las funciones ejecutivas se refieren a aquellas actividades que tienen que ver con aspectos superiores de la conducta (planificación, organización, flexibilidad, inhibición, memoria de trabajo, regulación conductual y/o emocional, etc.) encaminados a una meta.

o En el TDAH uno de los aspectos afectados es la inhibición, que es la capacidad que tiene una persona para ignorar estímulos irrelevantes que puedan interrumpir la conducta. Al fallar este aspecto ejecutivo se presenta en la persona hiperactividad (exceso de movimiento y actividad cognitiva) e impulsividad (dificultad para regular los impulsos). Es por ello que en el TDAH se suele ver habla excesiva, inquietud, necesidad constante de movimiento, no poder estar mucho tiempo sentado, dificultad para mantener el turno, interrumpir conversaciones, mostrar impaciencia, tocarlo todo, etc.

o Otro aspecto ejecutivo que puede verse afectado es la memoria de trabajo (capacidad de mantener/retener información necesaria para una tarea), al no poder mantener la concentración en la tarea o no saber organizarse correctamente.

o La fluidez verbal (capacidad de generar categorías de palabras) también puede verse afectada, observándose una menor producción. Esto puede deberse a dificultades en las estrategias de búsqueda de información.


o También la planificación (capacidad de analizar, ordenas y ejecutar una secuencia de forma mentar para llegar a un objetivo) puede verse mermada, por lo que la persona tiene dificultades a la hora de realizar tareas complejas o que requieran de varios pasos secuenciados.

o Finalmente, la toma de decisiones (capacidad de escoger una alternativa en base a la información y los sistemas emocionales) puede verse mermada, observándose así más errores a la hora de tomar decisiones con una precipitación en las respuestas o una pobre valoración previa.

  • Emoción y conducta: Debido a las dificultades para inhibir y controlar los impulsos, las personas que padecen TDAH es posible que presenten baja tolerancia a la frustración, irritabilidad con mayor frecuencia, manifiesten conductas de riesgo, no sepan controlar y regular su conducta y/o emoción en función de la demanda del entorno, etc.

Trastornos asociados

El TDAH suele relacionarse o aparecer junto con otros trastornos como:

  • Trastorno Específico del Lenguaje.

  • Trastorno del Espectro Autista.

  • Trastorno del aprendizaje.

  • Trastornos de conducta: como el Trastorno Oposicionista Desafiante.

  • Trastornos de adaptación.

  • Trastorno de ansiedad.

  • Abuso de sustancias.

  • Problemas de sueño.

Dificultades diarias a causa del TDAH

El TDAH es un trastorno que puede presentar un gran impacto en diversos ámbitos de la vida diaria y puede provocar la aparición de otros trastornos, por eso es muy importante anticipar, prevenir y/o intervenir en los diversos escenarios en que la persona participa para evitar en la medida de lo posible disfuncionalidades.

  • Ámbito familiar y social: Las personas con TDAH, sobretodo del subtipo hiperactivo-impulsivo, manifiestan dificultades para controlar los impulsos y la frustración que pueden afectar a sus relaciones sociales o al funcionamiento en el hogar y que harán que ambas partes se vean afectadas a nivel emocional, ya que es normal la presencia de conflictos.

Asimismo, las dificultades en la regulación emocional provocan que la persona con TDAH puedan ser conflictivas o que resulte difícil lograr manejarlos de forma adecuada, agotando recursos y estrategias.


Aunque las personas con TDAH suelen tener facilidad para conocer gente y hacer amigos, por su carácter espontáneo, la dificultad para controlar los impulsos, su baja tolerancia a la frustración y la falta de regulación conductual provocan en muchos casos que la persona que padece TDAH sea percibida negativamente por el grupo social, sobretodo en etapas de la infancia, y puede provocar rechazo debido a las conductas disruptivas. Por otro lado, a nivel familiar es posible que los padres y familiares se sientan sobrepasados ante estos síntomas al carecer de estrategias o herramientas útiles.

  • Ámbito escolar: las dificultades cognitivas y conductuales en el TDAH afectan gravemente en el ámbito escolar. De este modo, en muchos casos el rendimiento académico se ve socavado, por lo que la persona no llega al mínimo exigido por su edad. A su vez, esta sensación de fracaso incide en la persona que padece TDAH, que suele presentar desmotivación en los estudios al no verse capacitado en comparación con sus compañeros o no encontrar actividades que le resulten atractivas, por ello un alto número tiende a abandonar la enseñanza.

Las áreas que más suelen verse afectadas en el ámbito escolar son:

o Lectura: por las dificultades en impulsividad y atención se suele observar una lectura precipitada o incorrecta que hace que la comprensión del texto no sea adecuada. Suelen cometer omisiones, repeticiones, sustituciones con frecuencia cuando leen, de forma visual o verbal. Asimismo, las actividades que requieren de memoria de trabajo (leer un texto y responder preguntas sobre este) también tendrán un desempeño por debajo de lo esperado por sus dificultades en esta área.

o Escritura: ya sea en copia o dictado, se suele presentar dificultades debido a fallos en atención y/o memoria de trabajo. Los errores más comunes son omisiones y adiciones. Necesitan más repeticiones que el resto de personas y tienden a cansarse más rápido debido a la monotonía y lo prolongada que es la actividad.

A la hora de escribir un texto también se pueden observar errores de estructuración con repeticiones, falta de organización de las ideas y de coherencia del discurso.

o Lenguaje oral: se puede observar una aceleración y falta de organización en el discurso hablado, haciendo que a veces lo que la persona quiere trasmitir resulte de difícil comprensión. Tienen tendencia a interrumpir o hablar antes de tiempo, y también cambian de un tema a otro con frecuencia, haciendo difícil seguir el hilo de la conversación.

o Cálculo y matemáticas: Pueden presentar dificultades para la comprensión y resolución de problemas por los déficits atencionales y/o de inhibición.

En muchos casos se precipitan en sus respuestas, no saben seguir de forma ordenada los pasos para resolver el problema y no repasan sus respuestas. Es posible que para las operaciones básicas no muestren dificultades, pero estas aparezcan a medida que aumenta la complejidad y se requieren de más pasos para llegar a la solución.

Tratamiento en el TDAH

Para el TDAH no existe un cura, pero si actuaciones que ayudan a la persona a manejar los síntomas. De este modo, una forma de poder ayudar a la persona que padece TDAH es mediante el uso de tratamiento farmacológico que ayudarán en síntomas como la capacidad de concentración o la intranquilidad motora. Además, también existe rehabilitación neuropsicológica que aborda el TDAH y que ofrecen herramientas para ayudar a trabajar los déficits neuropsicológicos que pueda presentar la persona.


Esta rehabilitación neuropsicológica es importante empezarla lo antes posible, para dotar a la persona de herramientas lo antes posible y modificarlas a medida que esta se desarrolla. Es por eso que se debe realizar un plan de actuación individualizado y específico a cada caso concreto.

Algunas de las actuaciones que se efectúan en personas que sufren TDAH es la modificación del ambiente, para adecuarlo a sus necesidades. De este modo, una de las primeras actuaciones que pueden realizarse tanto en el colegio como en casa, es alejar la zona de trabajo de ventanas o estímulos distractores, tener el espacio ordenado y solo con los materiales estrictamente necesarios para realizar la actividad, ofrecer descansos frecuentes para no mantener a la persona en una misma actividad de forma prolongada o cambiar los estímulos para que pueda mantener el interés y la concentración.


Referencias bibliográficas


American Psychiatric Association. (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5. American Psychiatric Publishing.


Conde, C., Gómez, A. F., Melero, R., Narbona, N., Onandia-Hinchado, I., Rodríguez, Melchor, G. y Rodríguez-Ortíz, P. (2021). Guía para la evaluación neuropsicológica del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Consorcio de Neuropsicología. http://www.neuropsicologosensevilla.com/wp-content/uploads/2021/04/GU%C3%8DA-TDAH.pdf


Ruiz Sánchez de León, J. M. (2016). Manual de neuropsicología pediátrica. Instituto de estudios psicológicos. https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=699768

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